Autor: José Luis Iglesias Diz.
¡Hay que reír!
El sentido del humor
No está de moda el humor, ahora cualquier forma de humor puede ser considerada como un ataque a la dignidad de las personas, a los derechos humanos y de los animales, o al mal gusto. Alguien decía que el buen gusto es la muerte del Arte, pues bien la muerte del humor nos recuerda a los tiempos en que la risa era la condenación al Infierno. Estamos viviendo una sociedad vampirizada por el móvil y las redes sociales que a la vez es puritana y se las da de moderna, actual, “guay” y a la moda. Los avances tecnológicos nos hacen creer que eso es el progreso y la tecnología se convierte en la nueva FÉ, nada hay más allá de los múltiples aparatitos que hacen milagros, que consiguen que no tengamos reposo y que nos irritemos si las cosas no se tienen YA. Nuevas histerias acosan al ciudadano: ¡horror! me quedé sin batería… Patéticos son incapaces de mantener una conversación sin mirar el aparatito cada 5 minutos.
Recientemente se ha comunicado que abandonar el Facebook mejora el estado psicológico: ¡evidentemente! Puede que Ud recupere entonces la capacidad de ver una hoja de un árbol caer en el otoño, contemplar y escuchar el agua de un riachuelo, ver la belleza de las nubes coloreadas por el sol poniente, quizás pueda leer un libro que realmente le está hablando de algo más importante y entretenido que cuando lee o escucha noticias (malas) y ve telebasura. Quizás se pueda reir de un chiste o una gracia que le cuentan sin pensar que está ofendiendo a las mujeres, a los homosexuales, a la religión, a los mayores, a los niños, a los pobres, a los negros, a los políticos, a los médicos, a los periodistas, a los futbolistas. Quizás si se ríe cuando le cuentan un chiste verde también mejorará de su trastorno emocional dependiente de TICs y se le diluirá ese odio rencoroso que está a punto de reventarlo. Zigmunt Bauman, muerto recientemente, hablaba de la pérdida de las habilidades sociales por el abuso de las redes, en las que cada uno creamos un mundo a nuestra medida para celebrar nuestro egotismo.
El Humor como el Arte no solo complace, también debe revolver las entrañas adormiladas por las rutinas. Recordemos que a Sócrates le llamaban “el tábano” porque no dejaba de molestar a la muy acomodada sociedad griega; además la risa tiene una repercusión muy positiva en la salud corporal y mental de los seres humanos (sesudos estudios lo avalan).
Dado que el verano empezó y el sol aviva nuestras emociones procure reírse con sus hijos (pero no de ellos) Terapia de la risa: una comida en familia, todos deben de contar una anécdota graciosa que le haya sucedido y que se hayan sentido ridículos o avergonzados o incapaces de evitar reírse. Este verano practicar el humor y la risa. Felices vacaciones.