La infancia y la adolescencia representan una fase crucial para prevenir factores de riesgo cardiovascular en pacientes de alto riesgo, como aquellos con antecedentes de cardiopatía congénita, hipercolesterolemia familiar, enfermedades inflamatorias sistémicas, receptores de trasplantes, enfermedad renal crónica, cáncer infantil o desórdenes endocrinos. En este contexto, es fundamental enfocarse en la prevención de factores de riesgo clave que pueden contribuir al desarrollo temprano de aterosclerosis, aumentando el riesgo de enfermedad coronaria y cardiopatía isquémica en etapas prematuras de la vida.
Este capítulo se centra en los niños y adolescentes con antecedentes de cardiopatía congénita, abordando estrategias preventivas que combaten la hipertensión arterial, dislipidemia, obesidad e hiperglucemia. La prevención efectiva de estos factores requiere un enfoque multidisciplinario, involucrando a cardiólogos pediátricos, pediatras generales y especialistas en otras áreas, para brindar un cuidado integral. Con esta colaboración, se busca asegurar una intervención temprana y continua que mejore la calidad de vida y reduzca el riesgo cardiovascular en esta población vulnerable desde la infancia hasta la adultez.