Autor: José Luis Iglesias Diz
Adolescencia y problemas auditivos
Dr. Andrés García Soto
- Presidente de la Sociedad Gallega de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial.
- Facultativo Especialista de Área en el Servicio de Otorrinolaringología (Unidad de Otoneurología) del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
- Profesor Asociado de Ciencias de la Salud de la Universidad de Santiago de Compostela.
Nuestros adolescentes son notables consumidores de las nuevas tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) y entre sus gustos más generales está el de escuchar música. Claro que a menudo se escucha muy alta y mucho tiempo lo cual puede crear problemas auditivos en el futuro. Algunas editoriales periodísticas han hablado de una generación de sordos precoces.
Dr. Soto, ¿Como de sensible es el oído adolescente a los niveles altos de volumen sonoro? ¿Su oído es igual de sensible al del adulto o del niño?
No hay diferencias entre adolescentes y adultos en la sensibilidad que el oído interno tiene ante sonidos intensos. Estos son más dañinos en los niños pequeños, en los que la vía nerviosa auditiva no está todavía completamente desarrollada. Pero el daño en el oído interno es acumulativo: cuanto más precoz sea la exposición a ruidos, mayor será el período previsible de exposición y, por lo tanto, mayor la lesión que se produzca.
Los adolescentes utilizan auriculares para escuchar música. ¿Existen diferencias entre los distintos modelos en cuanto al posible daño del sonido sobre el oído?
En cuanto al daño en el oído interno, no hay diferencias relevantes. Los auriculares que se introducen en el conducto auditivo externo tienen un riesgo sobreañadido de poder producir infecciones en la piel del conducto. Este riesgo es mayor si los auriculares no son de uso individual, sino que se comparten entre varias personas (lo cual es frecuente en los adolescentes).
¿Mejor la música ambiente o con auriculares?
En espacios abiertos, mejor la música ambiente. En espacios cerrados, mejor con auriculares (la música ambiente en espacios cerrados “rebota” en las paredes, aumentando el impacto sonoro sobre el oído interno).
¿Cuándo está el adolescente en riesgo de tener una lesión auditiva y desarrollar sordera u otras alteraciones del oído?
Deberían ser especialmente cautelosos los adolescentes que presentan alguna alteración previa en el oído interno o que tienen antecedentes familiares de pérdida auditiva en personas jóvenes. Como ya comenté, la afectación es acumulativa, con lo cual los daños en el oído se superponen.
Por otra parte, un factor relevante para evaluar el riesgo de pérdida auditiva no sólo es la intensidad de los sonidos (cuanto mayor intensidad, más daño) y el tiempo de exposición (cuanto más tiempo, más daño), sino también la cadencia de los sonidos. Los sonidos discontinuos y repetitivos (como los de algunos tipos de música de éxito entre los adolescentes) son más agresivos para el oído, puesto que éste tiene una cierta capacidad de auto-protegerse frente a sonidos intensos, pero continuos (no así frente a los discontinuos).
¿Cuáles son las patologías más comunes ligadas a la escucha a alto volumen? ¿son reversibles?
Es el trauma acústico. El trauma acústico agudo (por ejemplo, tras una exposición puntual a un sonido muy intenso, como una explosión) puede ser reversible. Pero el trauma acústico crónico, por exposiciones repetidas a sonidos intensos, supone un daño en las células sensoriales de la cóclea y no es reversible; puede producir no sólo pérdida auditiva, sino también acúfenos.
¿Cuáles son las recomendaciones que debemos hacer a los padres y a los propios adolescentes sobre la higiene de la audición?
Pueden, lógicamente, disfrutar de la música, pero evitando sonidos de mucha intensidad (especialmente, en sitios cerrados). Deben evitar también, en lo posible, la introducción de dispositivos en el conducto auditivo externo (especialmente, si son compartidos con otras personas).
El ruido ambiente es otro aspecto no menor que crea a veces disconfort. En ciertos trabajos el ruido puede ser intenso, ¿qué debemos aconsejar en esos casos?
Debe emplearse siempre protección auditiva, con cascos (son más eficaces que los tapones) que aíslen lo máximo posible del ruido exterior. Y realizar audiometrías periódicas, para detectar lo más precozmente posible el daño auditivo.