Autor: José Luis Iglesias Diz.
Abuso oculto
En las últimas fechas han salido a la luz múltiples declaraciones de abusos sexuales de gente del mundo del cine o la moda y otros sobre mujeres que se veían presionadas a ceder ante las presiones de sus empleadores para conservar o conseguir su trabajo. Alarma la cascada de declaraciones de mucha gente famosa que tuvo que soportar ese calvario y más lo es por el tiempo en que han mantenido ese silencio, un silencio que destruye, que culpabiliza. Pero es un paso adelante que haya sucedido y ponga de manifiesto que bajo el glamour se esconden también cloacas infectas. Muchos famosos dijeron que lo sabían (“todos lo sabían”) pero no dijeron nada porque, se deduce, era parte del negocio.
Muchas de esas mujeres sufrieron ese acoso cuando eran adolescentes o muy jóvenes y lo tuvieron que soportar a veces por años.
Mi única intención con esta nota es decir a los jóvenes que ven en el mundo del cine o la moda o el arte una salida a sus valores, que mediten sobre esto y que estén atentos a las presiones a veces sutiles de estos depredadores. Bajo el halago, la amabilidad y las promesas de éxitos se esconde algunas veces la manipulación y el abuso que los jóvenes ilusionados/as pueden no percibir. Y a los padres, que a veces son los primeros en empujar sin mucho conocimiento a sus hijos hacia estas profesiones o actividades en busca de un supuesto éxito, que valoren antes la felicidad de sus hijos que la fama que más que otra cosa puede ser un lastre para sus vidas. Son mundos muy competitivos y difíciles que no siempre siguen patrones de “buena conducta” y colocan a los aspirantes en situaciones comprometidas de las que a veces es difícil salir. Todos vemos a menudo como estrellas de cine, de la moda, de la música tienen problemas con drogas, anorexia, depresión, suicidio, violencia: es verdad que en los famosos esto se hace más visible que en la gente corriente, que no sale en la prensa o TV, pero de todos modos en la carrera de muchas estrellas el final no siempre es dichoso y nuestros jóvenes deben aspirar a todo lo bueno que puedan y quieran pero siempre desde el conocimiento, la formación, el apoyo sensato de sus padres y el estar alerta ante los peligros que puedan arruinar su vida.
https://elpais.com/elpais/2017/11/10/gente/1510326309_884493.html