La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha recordado que el consumo de bebidas energéticas debe evitarse en niños, adolescentes y mujeres embarazadas, entre otros, por su alto contenido de cafeína. Además, la mayoría de ellas tienen alto contenido en azúcares que favorecen el sobrepeso y la obesidad, y secundariamente el síndrome metabólico.
Todos los profesionales implicados en la salud de niños y adolescentes debemos informar sobre los riesgos a corto y largo plazo, que este tipo de bebidas, pueden desencadenar en la salud de esta población.