Imagen de Igor Ovsyannykov en Pixabay
Los «stickers» pueden tener un impacto negativo en los adolescentes si se utilizan de manera inapropiada. Se puede estar expuesto a una imagen que uno no quiere ver, o lo que es peor, mirarla sin ser consciente de si se quiere o no.
Es importante que los jóvenes aprendan a equilibrar su uso de tecnología y redes sociales para mantener una salud mental y emocional positiva.
En este artículo se presenta un experimento con alumnas de 17 años en un instituto de Madrid para analizar el impacto en su forma de relacionarse de las imágenes violentas, sexualizadas, nazis y homófobas que comparten con el móvil.