Autor: José Luis Iglesias Diz.
El móvil (Manual para conservar la cordura)
Para chicos y mayores
Antes miraba como el ave volaba y seguía su vuelo extasiado.
Ahora la veo en la pantalla de mi móvil. (anónimo)
No tener móvil no es un sacrilegio. ¿Alguien está de acuerdo con esto? Pocas probablemente.
¿Qué opinas de lo siguiente?:
La sobre-información no mejora la buena información.
Mientras miras la pantalla no haces otra cosa
Mientras respondes a cada aviso interrumpes lo que haces.
Mientras interrumpes lo que haces pierdes concentración.
Si pierdes concentración lo que traes entre manos va más lento y posiblemente peor.
Si no haces lo que debes te sentirás inquieto, nervioso, ansioso…
Y volverás compulsivamente a la pantalla del móvil.
Sin contar la falta de respeto hacia los que te acompañan eludiendo o interrumpiendo cualquier clase de interrelación directa con los demás.
Puede que no notes que las 150 veces al día que miras tu móvil y las cerca de 9 horas que pasan los españolitos mirando una pantalla (no solo la del móvil) afectan a tu estado psico-emocional.
Al final del día te preguntas (o no te preguntas, que es peor) ¿Qué fue lo que aprendí hoy, algo que no podría haber sabido de otro modo?, ¿qué fue lo que me hizo sentir bien, estoy con la cabeza serena o como si tuviera en ella una nube de estorninos, soy mejor que antes, estoy más tranquilo, es necesario estar tan pendiente del móvil?
Si te sientes bien es que el uso del móvil a limado absolutamente tu capacidad de ejercer la realidad. Es decir no estás bien.
Si te sientes mal o te preocupa, la cosa tiene solución:
Apaga todas las señales de tu móvil.
Apaga el móvil cuando trabajes o duermas o estés con tus amigos.
No abras varios blogs, chats etc., que te obliguen a alimentarlos (te devorarán)
Abre tu correo, face, etc., por la mañana a una misma hora, máx. 30 min. Otra vez a la tarde antes de apagarlo otros 30 min. Max. Excepción: si tu trabajo necesita ese tipo de conexión (obvio). Te quedan así 7 horas de lucidez para abrir los ojos y contemplar el mundo, relacionarte, pensar, leer un libro, ir al cine, reír, disfrutar…
Las cosas importantes no te ocurren por mirar el móvil, créelo.
Después de 2 semanas te notarás tan libre como cuando te duchas y te perfumas después de pasear por la playa contemplando el mar y nadando un rato. Dormirás mejor y verás que no ha pasado nada a pesar de no estar permanentemente conectado.
Todo lo dicho puede ser útil, (yo lo creo así porque lo hago) mucho más que consumir 8 horas de cada uno de nuestros días mirando una pantallita, convirtiéndonos en seres paradójicamente aislados-conectados como nos dice S. Bauman.
Como toda dependencia exige un esfuerzo de voluntad pero superar la esclavitud a que uno se puede ver sometido pero se puede hacer. Ánimo.