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Durante el verano, las picaduras de insectos son una preocupación común, especialmente entre adolescentes que pasan más tiempo al aire libre. Diferentes insectos, como mosquitos, abejas, avispas y hormigas coloradas, pueden causar desde molestias menores hasta reacciones severas.
Las picaduras de mosquitos suelen causar comezón y pequeñas ronchas rojas. Estas picaduras son especialmente preocupantes debido a la capacidad de los mosquitos para transmitir enfermedades como el dengue y la malaria. Por otro lado, las picaduras de abejas y avispas son más dolorosas y pueden llevar a reacciones alérgicas severas, incluida la anafilaxia, que requiere atención médica urgente.
Para prevenir estas picaduras, es recomendable usar repelentes de insectos, vestir ropa de colores claros y de manga larga, y evitar el uso de perfumes que atraen a los insectos. Además, se deben tomar medidas como cerrar ventanas por la noche y usar mosquiteros.
En caso de picaduras, se puede aplicar hielo para reducir la inflamación y la comezón. Es importante no rascar la zona afectada para evitar infecciones y, en casos de reacciones severas, buscar atención médica de inmediato.
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