A pesar de la información constante en medios no científicos de los síntomas que pueden desarrollarse debido a la vacuna del virus del papiloma humano (VPH) y de los casos documentados en la literatura médica de la distrofia simpática refleja y del síndrome de taquicardia postural ortostática tras la administración de dicha vacuna, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha concluido que la «evidencia no apoya que las vacunas causen estos dos síndromes”.