La adolescencia suele ser una «etapa temida» por los padres, profesores y personas adultas que tratan con este grupo de edad. Los cambios en el cerebro del adolescente están bien establecidos a nivel anotómico y neurobiológico, pero son poco conocidos por la sociedad, lo que lleva crear una imagen de los adolescentes como «vagos, rebeldes, con las ganas de fastidiar a sus progenitores».
De hecho, la maduración cerebral puede alargarse hasta pasados los 20 años. No duermen más porque sean unos vagos, ni contestan a la mínima de cambio por placer. En su interior viven un momento de cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales que bien merecen algo de comprensión. La adolescencia es un puente que permite el paso de comportamientos y reacciones infantiles a la identidad propia de un adulto.
En este artículo se explica de una manera clara y enfocada al público general, los cambios en la adolescencia.
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