Autor: José Luis Iglesias Diz.
PEDIATRAS
¿Por qué la mortalidad neonatal e infantil en general es en España de las más bajas del mundo? ¿Por qué el índice de vacunación es el más alto de Europa? (con Finlandia). ¿Por qué los cuidados y las alertas de salud en los niños son tan eficaces?
Porque en España los niños son vistos mayoritariamente por Pediatras, que han atendido y enseñado a niños, adolescentes y a sus padres desde hace décadas. La mayoría de los países del mundo no goza de semejante privilegio, incluidos países de la UE, estas carencias han dado lugar a la publicación de una carta por la Academia Europea de Pediatría en 2015 en la prestigiosa revista The Lancet en la que se revindica el crucial papel del Pediatra como el mejor custodio de la salud de los niños y adolescentes. ¡algo que llevamos haciendo durante más de 50 años en España! Por una vez, y la gente debe saberlo, somos pioneros en la excelencia. Si bien el sistema no es perfecto, se aproxima a lo mejor. Sin embargo los pediatras han disminuido y se está notando esta deficiencia. La jubilación forzada y la no reposición en esos puestos por otros profesionales, los contratos precarios y la temporalidad unidos a las insuficientes plazas MIR prefiguran un futuro poco halagüeño si las autoridades sanitarias no toman cartas en el asunto.
Es también labor de los padres, colectivos sociales, colegios médicos y sociedades científicas médicas evitar que la pediatría pierda relevancia y como consecuencia se deteriore la atención de la salud de los niños, una de las mejores del mundo.
A continuación pueden leer el resumen de la carta publicada en The Lancet.
La European Academy of Pediatrics ha publicado una carta en la revista médica The Lancet en la que defiende la atención de los niños en Europa por pediatras en todos los niveles asistenciales, incluyendo la Atención Primaria. Se incluye a continuación una traducción del artículo original, disponible en la web de The Lancet (Volume 385, N.º 9977).
Mejorando la atención a los niños en la comunidad
Los resultados obtenidos del tratamiento de las enfermedades de los niños son muy variables comparando los distintos países europeos, y esa diferencia debería preocuparnos. Probablemente la distinta organización de los servicios de atención primaria pediátrica y los programas de formación de los médicos de AP sean factores importantes que influyan en estas diferencias.
La Academia Europea de Pediatría defiende que los niños tienen un derecho incuestionable a la salud, a la seguridad y al bienestar. Los niños tienen derecho a acceder a los mejores servicios sanitarios posibles, tanto en atención primaria como en atención especializada. Cualquier restricción de acceso a los cuidados médicos adecuados contradice el artículo 24 de la Convención de las Naciones Unidas de los Derechos del Niño.
La Pediatría de Atención Primaria es una disciplina académica y científica que abarca todos los problemas que afectan a la salud y el bienestar de los niños y adolescentes desde su nacimiento hasta la edad adulta (habitualmente definida como los 18 años de edad) en su contexto familiar, comunitario y cultural. El médico de AP, idealmente un pediatra, es el primer contacto del niño con el sistema sanitario, y por tanto responsable de la provisión de cuidados integral y continuada a lo largo de la infancia y la adolescencia.
La atención pediátrica tanto primaria como especializada requiere conocimientos y habilidades específicas, empatía, ética, y accesibilidad a los servicios, incluidas prevención y promoción de la salud. La formación pediátrica debería incorporar obligatoriamente estos aspectos, especialmente la de los pediatras y médicos de familia que prestan servicios en la comunidad.
La Academia Europea de Pediatría defiende firmemente la implantación de un programa formativo estructurado y evaluable para todos los médicos proveedores de cuidados a los niños en Atención Primaria, y recomienda, que cuando sea posible, que sean los pediatras los profesionales médicos que atiendan a los niños en AP.
En los lugares donde los médicos de familia son los proveedores, recomendamos una colaboración estrecha con los pediatras y una formación continuada adecuada tanto en pediatría como en atención primaria. Todos los niños deben disponer de un acceso rápido al asesoramiento de un pediatra, que debería estar disponible en la comunidad y servir de enlace con la atención hospitalaria especializada.