Nunca se habían vendido tantos productos cosméticos como en la actualidad. Este tipo de artículos no solo llenan los cuartos de baño de los adultos, sino que se están haciendo un hueco en el neceser de las adolescentes, cada vez más obsesionadas con el «skincare», que es como se conoce en redes sociales a las rutinas de belleza.
Tal es el furor entre las más jóvenes por este tipo de productos que los expertos alertan de un preocupante incremento de los casos de cosmeticorexia en adolescentes; una especie de trastorno que se puede definir como la compra compulsiva de cosméticos o la adicción a determinados principios activos para frenar el paso del tiempo.