Lefa S. Eddy
Centre MèdicSantRamon
Santa Coloma de Gramenet (Barcelona)
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) está entre los cuadros clínicos crónicos más frecuentes de la infancia y adolescencia.
Es de origen genético pudiendo influir algunos factores perinatales (consumo de alcohol y/o tabaco durante el embarazo, bajo peso o falta de oxígeno al nacer). Además existen otros factores psicosociales (educar sin normas ni límites, familia disfuncional, maltrato) que contribuyen a la gravedad y duración del trastorno. No es un trastorno nuevo pues fue descrito por primera vez hace más de un siglo.
Consiste en un patrón persistente de inatención, junto con un exceso de actividad para la edad y un escaso control de la impulsividad, lo que conllevará un deterioro o impacto negativo en las relaciones sociales y/o en el rendimiento académico. La sintomatología no es anormal en sí, sino su frecuencia e intensidad.
En la adolescencia no suele manifestarse la hiperactividad motora, sino más bien una inquietud o malestar interior con una hiperactividad mental o sensación de impaciencia. Además el adolescente tendrá dificultad para organizarse y planificar, con cierta intolerancia al aburrimiento por lo que tenderá a buscar sensaciones nuevas.
Alrededor del 65-70 % de los adolescentes padecerán uno o más trastornos sobreañadidos, que muchas veces serán el motivo de consulta, como son:
• Problemas emocionales (baja autoestima, ansiedad, depresión)
• Trastornos de conducta(mentir, robar, prender fuego, violar las normas sociales)
• Trastornos del aprendizaje (más frecuentemente, trastorno en la lecto-escritura)
• Trastornos del sueño
Tienen mayor riesgo que la población general de:
• sufrir accidentes, a destacar en la adolescencia, los accidentes de tráfico
• tener relaciones sexuales sin protección con el riesgo que eso conlleva (infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados)
• ser expulsados del instituto, no finalizar los estudios
• abusar en el consumo de tóxicos (alcohol, cánnabis y otras drogas ilegales)
• tener problemas laborales, en el caso de estar incorporado al mundo laboral
No hay que olvidar que los adolescentes con TDAH tienen muchas cualidades pues suelen ser creativos, aventureros, intuitivos, sensibles, y tener sentido del humor.
El diagnóstico es clínico. Se realiza a través de la entrevista y con el apoyo de cuestionarios o información de los maestros. No hay ningún tipo de análisis ni prueba de neuroimagen para realizar el diagnóstico.
El tratamiento que ha demostrado mayor eficacia para el control de la sintomatología ha sido el farmacológico.
Ahora bien, debe ser complementado con un tratamiento no farmacológico que incluye:
• Adquisición de información sobre TDAH por parte del adolescente y sus padres para comprender mejor a la persona que padece dicho trastorno.
• Asesoramiento de los padres para manejar con mayor eficaciala conducta del adolescente con TDAH.
• Intervención psicológica con el adolescente cuando hay comorbilidad emocional o conductual, aparte de trabajar habilidades sociales y la autoestima.
• Intervención psicopedagógica cuando hay dificultades de aprendizaje.
El tratamiento farmacológico debe mantenerse mientras haga falta para que el adolescente pueda desenvolverse sin dificultad en su entorno familiar, escolar y social.