Científicos españoles de la Universidad de Castilla-La Mancha han encontrado que las alteraciones de la conducta alimentaria afectan al 22% de los menores de todo el mundo, una cifra que llega a alcanzar el 30% si solo se tiene en cuenta a las niñas. Las conductas alimentarias alteradas son comportamientos anómalos como darse atracones de comida, provocarse el vómito, ponerse a dieta para adelgazar, hacer demasiado ejercicio para tratar de contrarrestar la ingesta, o consumir laxantes o diuréticos.
La investigación se ha basado en el análisis de 32 estudios llevados a cabo en 16 países utilizando como herramienta de diagnóstico el cuestionario SCOFF y en los que han participado 63.181 niños y adolescentes de entre seis y 18 años. El riesgo de desarrollar algún problema de este tipo aumenta con la edad y con un mayor IMC (índice de masa corporal). La forma de comportarse es similar a la de pacientes diagnosticados con un trastorno de conducta alimentaria (TCA), solo que en estos casos su frecuencia e intensidad son menores. Los hallazgos se acaban de publicar en la revista científica JAMA Pediatrics.