Autor: José Luis Iglesias Diz
Violencia grupal
En una sociedad en paz asombra la violencia “inexplicable” en grupo, contra personas manifiestamente en inferioridad y que se ha convertido en un problema preocupante.
Dos acontecimientos violentos de los meses de verano de 2021 han sobrecogido a la sociedad española. El asesinato del joven Samuel en Galicia y el de otro joven en Euskadi. En ambos casos un grupo de jóvenes hasta más de 10, muchos de ellos mayores de edad han propinado una paliza a un individuo solo, que difícilmente podría defenderse y han continuado golpeándolo en el suelo hasta matarlo en un caso y dejándolo inconsciente y en grave estado en otro.
Por desgracia la violencia es frecuente en el género humano, las peleas entre bandas juveniles es una lacra de larga tradición, la violencia en el robo u otras formas llenan las páginas de nuestros medios. Sin embargo, este tipo de violencia desproporcionada y cobarde en tiempos de paz, no es propia de seres humanos. Los animales, que no son violentos, sino instintivos o agresivos, por motivos de territorio, supervivencia o defensa de grupo, pueden tener un comportamiento similar en primates (eliminación de un determinado miembro al que atacan y matan en una vorágine de violencia poco explicable). Hay comportamientos animales que nos parecen violentos a los humanos, como la muerte de los cachorros por un nuevo macho dominante en una familia de leones, con objeto de que las hembras puedan entrar en celo y poder perpetuar su línea genética, pero en general las luchas (entre machos sobre todo) terminan si uno se retira, no se produce un encarnizamiento; existen en cada especie señales de apaciguamiento de la agresividad, rituales que evitan el daño a miembros de un grupo por parte de los líderes, existen también normas que se deben cumplir y que son castigadas, etc.
El comportamiento humano en tiempos de guerra también se trasforma y la disputa colectiva se traduce en violencia hacia el enemigo vencido, pero no solo se le vence y hace prisionero, sino que se le maltrata, se le veja y se le mata. Estas situaciones extremas producen una exaltación de lo propio por las consignas políticas y militares que llevan a la confrontación contra un enemigo al que hay que destruir.
Pero ahora estamos en paz, y no somos primates enloquecidos ¿o sí?
¿Ha aumentado la violencia en la actualidad?
¿Por qué esta violencia inhumana?
¿Cuál es la motivación para que un grupo de adultos (no debemos usar el apelativo de jóvenes que parece querer justificar inconsciencia, inexperiencia o arrebato) y algunos menores ataquen a un hombre de su especie hasta la muerte, con un pretexto inventado?
En estos dos casos son violencias distintas en origen: en el caso de Amorebieta es un grupo violento conocido que actúa según las “reglas” propias de una banda.
En el de Samuel, no son una banda, ni tienen antecedentes policiales; son casi todos adultos, gente “normal”.
Pero son seres que no conocen la compasión, ni los límites, que actúan por impulso y se excitan con la fuerza del grupo. Es frecuente que los adolescentes tengan conductas en grupo que no intentarían individualmente, pero no suelen llegar a esos límites. Menos 2, eran mayores de edad y los menores cercanos a los 18. En el caso de los agresores de Samuel, salvo uno, los demás no tenían antecedentes y esto resulta espeluznante. Uno piensa que puede ir caminando por la calle tan tranquilo y encontrarse con un grupo de hombres que bajo cualquier pretexto comiencen a agredirte y lo hagan hasta matarte, sin que nadie lo remedie. ¿Vivir en una sociedad en la que no estás seguro y es una cuestión de suerte no encontrarte con un grupo de psicópatas deseosos de proyectar sus frustraciones o su aburrimiento en un acto adrenalínico de destrucción, de muerte de un semejante?, ¿vamos a permitirlo?
Otro tipo de delito en grupo es la violación, en “manada” se ha denominado, y parece tener un mismo principio irracional: la falta de empatía, de sentido de la realidad y de culpa. ¿Qué pasa por la cabeza de estos hombres de aspecto saludable, fuertes, bien nutridos que parecen tener un cerebro enfermo? ¿Cómo llegaron a esa carencia de escrúpulos, que clase de padres y familias tienen, que clase de conocimientos han adquirido y donde; cuáles son sus preocupaciones diarias? ¿Qué clase de moralidad rige sus vidas, si es que viven en este mundo de una manera consciente o viven en una imaginaria distopía? Quizás confunden ya sus relaciones en las redes y videojuegos con la vida real, quizás creen que la sexualidad es tan solo la pornografía, quizás piensen que los demás son pobres víctimas despreciables. Quizás sean seres egoístas y abstraídos de la vida en sociedad, malos personajes de malas películas. Pobres humanos producidos por una sociedad con rasgos cada vez más preocupantes de alienación.
No tengo las respuestas a los porqués, pero si la inquietud y lo quiero expresar, porque sé que muchos están preocupados como yo y debemos alzar la voz y estar atentos a que en todos los estamentos sociales se contemple esta anomalía como algo terrible que debemos atajar.
Toda violencia se alimenta del miedo y la indiferencia.
https://www.rtve.es/noticias/20210806/palizas-grupales-analisis-expertos/2148920.shtml
https://www.rtve.es/noticias/20211020/crimenes-machistas-mujeres-jovenes-analisis/2196501.shtml
